Las autoridades de El Salvador arrestaron a dos parientes de un importante líder de la MS13, acusados de recibir cargamentos de drogas provenientes de Colombia para distribuirlos en los mercados locales salvadoreños. Pero las acusaciones contra los sospechosos indican que el papel de la pandilla en el narcotráfico transnacional sigue siendo pequeño.
El 29 de abril, las autoridades de El Salvador arrestaron a varios miembros de tres estructuras criminales diferentes, que tenían presuntos “vínculos” con el narcotráfico de Colombia y de algunos países centroamericanos, según un comunicado de prensa de la Fiscalía General de la República.
Los grupos supuestamente traficaban cocaína colombiana en El Salvador, principalmente para ventas al por menor en la capital, San Salvador.
La Fiscalía General anunció que varias redadas condujeron a la captura de Asmel Arturo Bercián Rivera y José Adán Silva Bercián, padre y hermano, respectivamente, de Moris Alexander Bercián Manchón, alias “El Barney“, uno de los principales líderes de la pandilla MS13.

(Gráfico cortesía de La Prensa Gráfica)
El padre de El Barney, Asmel, excoronel del ejército de El Salvador, había sido vinculado previamente a un poderoso grupo de traficantes salvadoreños conocido como el Cartel de Texis, así como al temido grupo criminal mexicano Los Zetas. Los informes de investigación de InSight Crime indican que la participación de El Barney en el narcotráfico transnacional probablemente surgió a raíz de las conexiones de su padre con figuras del hampa, más que de sus vínculos con la pandilla.
Documentos policiales entregados a los medios de comunicación locales ubican a Asmel como punto de contacto en Colombia —el mayor productor mundial de cocaína—, señalando que trabajó con intermediarios en Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala con el fin de ingresar drogas a El Salvador.
Las autoridades le dijeron al medio de noticias La Prensa Gráfica que los registros de migración indican que Asmel viajaba a Costa Rica “cada 15 días” para hacer negocios de drogas. Sin embargo, se desconoce su papel exacto en la presunta red de tráfico.
Entre las otras personas detenidas se encuentran Bernardo Adalid Magaña Artero, expropietario de un club de fútbol municipal en el departamento de Ahuachapán, al occidente del país, y Jorge David Ávalos, quien fue candidato a alcalde de la ciudad de Jicalapa en el departamento de La Libertad.
Varios miembros de la policía salvadoreña también fueron arrestados y acusados de usar sus cargos para ayudar a las diversas operaciones de tráfico.
Análisis de InSight Crime
Aunque la reciente operación que condujo a la captura del padre y el hermano de El Barney indica que la MS13 mantiene algunos lazos con los grupos de narcotráfico transnacional, también subraya que la pandilla desempeña un papel relativamente pequeño en el comercio internacional.
Según un comunicado de prensa de la policía, durante otras 11 incautaciones de drogas relacionadas con los tres grupos diferentes recientemente identificados por las autoridades, solo se han confiscado 14 kilos de cocaína desde el año pasado. Esa cantidad podría valer varios cientos de miles de dólares en las ventas callejeras de los mercados salvadoreños, pero palidece al lado de las cargas de varias toneladas que se incautan rutinariamente en los centros de tráfico internacional.
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La extensa investigación de InSight Crime sobre la MS13 muestra que la pandilla ha intentado asumir un papel más importante en el comercio transnacional de drogas, en ocasiones transportando cargamentos relativamente grandes a distancias significativas. Sin embargo, la naturaleza díscola de la pandilla y su reputación de grupo que busca acaparar la atención mediante actos violentos, la han convertido en un socio poco atractivo para las principales redes de tráfico.
Como InSight Crime señaló en una investigación reciente, la MS13 opera principalmente como una organización social, y en segundo lugar como una organización criminal cuyos ingresos principales provienen de la extorsión a pequeña escala y el microtráfico, en lugar de las operaciones de tráfico a gran escala. Casos como el de El Barney y su padre son más el resultado de las operaciones y las circunstancias actuales que de un movimiento concertado por la pandilla para consolidarse como un actor en el comercio de drogas transnacional.