La policía de Colombia ha capturado a un traficante de armas, cuyas operaciones pasaron a través de continentes, y cuyos contactos criminales abarcaron el espectro de los grupos armados colombianos.
Según la policía, Gustavo Velásquez, alias “El Señor de la Guerra” obtuvo rifles de asalto a través de contactos en Israel y Rusia, y los movió a través de Venezuela y hacia el departamento de Norte de Santander en Colombia.
La policía dice que las armas fueron vendidas al narcoguerrillero Víctor Ramón Navarro, alias “Megateo”, quien encabeza los remanentes fuertemente criminalizados del Ejército Popular de Liberación (EPL). Los tratos con Megateo pasaron por el jefe regional de los guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN), conocido como “Ricardo Boquete”, quien sirvió como el punto de contacto de Velázquez con Megateo.
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Velásquez también está acusado de suministrar armas a los narcoparamilitares de los Urabeños, manteniendo el contacto con el líder de las operaciones del grupo en la región, conocido como “Albeiro” o “Lobo”.
Análisis de InSight Crime
Las operaciones de Velázquez ilustran cómo un traficante de armas, con buenos contactos, puede llegar a ser el proveedor para cualquier número de diferentes grupos armados, independiente de si tienen una agenda política o si se centran exclusivamente en cometer actividades criminales.
Estos grupos generalmente pagan con drogas a los traficantes de armas como Velásquez. Esto le permite a los grupos retener la moneda extranjera ganada, y en su lugar, pagar con algo que es más fácil y barato de obtener. Lo anterior también le permite al traficante de armas aumentar enormemente sus ganancias al recibir las drogas a un precio colombiano al por mayor, y luego usar sus contactos para vender el cargamento más cerca del mercado, aumentando considerablemente su valor. Si Velásquez moviera la cocaína de regreso, utilizando la misma ruta que se usa para mover las armas hacia Colombia, entonces con sólo cruzar la frontera con Venezuela, el precio podría aumentar de entre US$2.000 – US$ 4.000 el kilo a US$4.000 – US$6.000.
La cooperación entre el ELN y el EPL, el cual la policía dice que también estuvo involucrado en la entrega de información sobre los movimientos de las fuerzas de seguridad, también es un indicio de cómo funcionan los grupos guerrilleros en Norte de Santander. El EPL, el ELN y el grupo guerrillero más grande de Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), operan en la región y se sabe que trabajan juntos, tanto en las operaciones militares como en el tráfico de drogas -en el que Megateo y el EPL son los principales negociantes y también se cree que manejan operaciones de procesamiento.