El monitoreo llevado a cabo por las autoridades estadounidenses revela que las pandillas de la MS13 y Barrio 18 en Centroamérica están en contacto constante con sus contrapartes en Estados Unidos, lo que apoya las declaraciones de que las maras se han convertido en auténticos grupos del crimen organizado transnacional.
Intervenciones telefónicas a las comunicaciones de las pandillas muestran cómo los líderes de las “maras” coordinan las actividades delictivas entre Honduras, El Salvador y Estados Unidos, informó el diario hondureño La Prensa.
Las investigaciones realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) también mostraron cómo el dinero fue canalizado a los líderes pandilleros a través de operaciones “hormiga” –un método de contrabando que involucra múltiples transferencias de dinero en efectivo, en pequeñas cantidades, a menudo de no más de US$100 por transferencia–.
En Estados Unidos, las pandillas han establecido su presencia en Washington DC, Virginia y California –particularmente en Los Ángeles–.
Análisis de InSight Crime
En octubre de 2012, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos designó a la Mara Salvatrucha (MS13) como una organización criminal transnacional (OCT). Esto fue seguido en junio de 2013 por la adición de seis líderes de la MS13 a la Lista de Nacionales Especialmente Designados del Departamento del Tesoro.
Estas acciones por parte de las autoridades estadounidenses resultaron ser controversiales: incluso el Presidente de El Salvador Mauricio Funes intervino, acusando a Estados Unidos de “sobredimensionar el impacto de las pandillas“.
Informes del monitoreo del ICE sobre las comunicaciones transnacionales de las pandillas y las transferencias de dinero dan credibilidad a las controvertidas designaciones del Departamento del Tesoro. Las autoridades estadounidenses han observado previamente que algunos líderes de las pandillas, ubicadas en Centroamérica, se han comunicado regularmente con células de las pandillas en Estados Unidos. Se ha documentado sobre un caso en el que un líder de la MS13 se contactó con sus compañeros pandilleros de la “clica” en Maryland con el fin de coordinar asesinatos y cobrar pagos de una deuda, como InSight Crime ha informado previamente.
Las pandillas sin duda operan transnacionalmente en cierta medida –son capaces de utilizar sus redes a través de todos los países en los que operan para llevar a cabo crímenes transfronterizos–. No obstante, siguen siendo fundamentalmente una red menos densa, más parecidas a las franquicias criminales que una verdadera estructura mafiosa, como el Cartel de Sinaloa de México, y las declaraciones de que ocupan un lugar junto a esas organizaciones deben ser tratadas con precaución.