El grupo narcotraficante de Brasil, el Comando Vermelho, lleva una tonelada de cocaína colombiana cada mes hacia Brasil desde Paraguay, según las autoridades paraguayas.
El Comando Vermelho tiene una sucursal en la fronteriza ciudad paraguaya, Ciudad del Este, y transporta la mayor parte de su producto a Río de Janeiro, según le dijo la agencia antidrogas de Paraguay, SENAD, al diario paraguayo ABC Color.
Se cree que los principales hombres del Comando Vermelho en Paraguay son Nelson Teófilo Martínez Mendoza, quien fue capturado por las autoridades la semana pasada en el estado fronterizo de Alto Paraná, y Néstor Báez Alvarenga, quien sigue prófugo.
Según ABC Color, el Comando Vermelho estableció su base de operaciones en Ciudad del Este a mediados de los años noventa, con el fin de mover cargamentos de droga de Bolivia a Brasil. Inicialmente, el grupo tenía poca infraestructura y los líderes transportaban ellos mismos la droga en camionetas, pero desde entonces, se ha expandido hasta convertirse en una poderosa estructura narcotraficante en el país.
Análisis de InSight Crime
El Comando Vermelho, la organización narcotraficante más antigua de Brasil, tiene vínculos históricos con los grupos narcotraficantes colombianos, y se convirtieron en su principal socio local cuando Brasil surgió como un importante punto de tránsito y mercado de la droga en los años ochenta. El líder del Comando Vermelho, Luiz Fernando da Costa, alias “Fernandinho Beira-Mar”, fue capturado en Colombia en 2001 mientras compraba cocaína de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
No obstante, es probable que el grupo esté utilizando a Bolivia como principal proveedor de cocaína, a medida que los avances de seguridad en Colombia han convertido al país en una zona de operación incómoda para los grupos criminales, y ha habido evidencia de la presencia brasileña en Bolivia en los últimos años. Paraguay es un buen punto de tránsito para las drogas provenientes de cualquiera de estos países, gracias a su relativamente débil fuerza pública y su ubicación en el corazón del continente.
El apetito de Brasil por la cocaína ha crecido significativamente en la última década y actualmente representa un mercado más atractivo que Estados Unidos, debido a su proximidad con los países productores de drogas y sus largas y porosas fronteras terrestres.