Un debate sobre qué hacer con los abundantes depósitos de coca incautada en Bolivia pone sobre la mesa la singular relación del país andino con la hoja y su estrategia para combatir el narcotráfico.

Funcionarios bolivianos han declarado que los depósitos de coca incautada en el país han alcanzado su máxima capacidad de 3 millones de libras, informó La Razón.

Gran parte de este espacio de bodegas es alquilado, lo que afecta el presupuesto de la Dirección General de la Hoja de Coca e Industrialización (Digcoin). El director de la Digcoin, Ricardo Albino Paniagua, propuso incinerar la hoja o enterrarla como abono en terrenos militares.

Sin embargo, funcionarios del gobierno ya han manifestado su oposición frente a la propuesta de incinerar la coca.

“Por el carácter sagrado que tiene la hoja no podemos hacer la quema”, declaró el ministro de desarrollo rural César Cocarico en una conferencia de prensa. El ministro se mostró de acuerdo con la idea de enterrar como abono las hojas de coca decomisadas, pero admitió que esto requeriría mucho más tiempo y esfuerzo que quemarlas.

Paniagua señaló que proyectos de compostaje en el pasado no dieron abasto con la cantidad de coca decomisada.

Análisis de InSight Crime

El debate en Bolivia sobre el método de disposición de la coca decomisada pone sobre la mesa el especial lugar que la hoja de coca tiene en la sociedad boliviana.

Aunque es común pensar en la coca sólo como el ingrediente esencial para la fabricación de cocaína, la planta se cultiva en Bolivia desde el tiempo de los incas y tiene muchos usos medicinales, nutricionales y religiosos. Se estima que 30 por ciento de los bolivianos mascan coca de manera regular. El presidente de Bolivia, Evo Morales, fue cultivador de coca y director de la federación de sembradores de coca.

VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre Bolivia

Como resultado de esto, las políticas antidrogas en Bolivia son muy diferentes de las de los otros países con producción importante de coca en el mundo, Perú y Colombia. En la actualidad, Bolivia permite la siembra de 12.000 hectáreas de coca para los mercados domésticos tradicionales y prohibe la erradicación de cultivos de coca ilegales con herbicidas y fumigación aérea. En contraste, Colombia, mayor productor de coca del mundo, sólo recientemente interrumpió la fumigación aérea.

Es dudoso que la regulación de la producción de coca sea más sencilla en Bolivia que en Colombia y Perú, donde gran parte de la coca se siembra en territorios controlados por grupos armados insurgentes. Sin embargo, cabe anotar que se prevé que Colombia verá su segundo año consecutivo de aumentos importantes en el cultivo, aunque las estadísticas de las Naciones Unidas muestran que la producción boliviana de la hoja se encuentra en su menor punto en más de una década. 

11 respuestas a “Debate por depósitos de coca al tope en Bolivia”