Las fuerzas de seguridad de Filipinas dicen que el Cartel de Sinaloa ha enviado un escuadrón de asesinos para silenciar a los socios que han sido detenidos, mostrando cuán lejos de casa está migrando el principal cartel de la droga de México, con el fin de sacar provecho de la expansión de los mercados mundiales de droga. 

El director de la Oficina Nacional Filipina de Investigación (NBI), Virgilio Méndez, dijo que los agentes antinarcóticos extranjeros le habían informado de la inminente llegada de los asesinos para eliminar a agentes del Cartel de Sinaloa, que habían sido arrestados en una redada de drogas el mes pasado, informó el Philippine Daily Inquirer.

Durante la redada, la policía incautó 84 kilos de metanfetamina, por un valor de alrededor de US$9,4 millones a nivel local, informó la Associated Press. Las autoridades han señalado al dueño de la propiedad donde se encontraron las drogas, un filipino-estadounidense llamado Jorge Torres, como el contacto principal del Cartel de Sinaloa en el país. Luego detuvieron a tres mexicanos de Sinaloa, los cuales se cree que están relacionados con Torres.

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Los documentos judiciales relacionados con el caso dicen que la vigilancia de la policía antinarcóticos mostró vínculos entre la banda de Torres y Horacio Hernández, un supuesto agente de “nivel medio del Cartel de Sinaloa”, informó el Inquirer. Hernández ha estado en el país desde finales del año pasado y se cree que estaba buscando conexiones relacionadas a la droga en una operación conjunta con una red de tráfico de China, dirigida por Gary Tan, uno de los hombres arrestados en la redada.

Las fuerzas de seguridad entrevistadas por el Inquirer dijeron que el cartel no estaba “bien consolidado” en el país y que había varias organizaciones de tráfico de drogas extranjeras compitiendo por el acceso al mercado.

Análisis de InSight Crime

Si los detalles y consecuencias negativas del caso Torres son confirmados, entonces ofrecerían una percepción de cómo el Cartel de Sinaloa está tratando de entrar en nuevos mercados de drogas, lejos de sus bastiones en Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

A primera vista, esto no parece ser una invasión del Cartel de Sinaloa. En cambio, parece ser más a una construcción discreta de contactos locales con redes de distribución. Esto es consistente con la forma en que trabaja el cartel en otras regiones fuera de México: busca aliados locales y canaliza sus operaciones a través de ellos, enviando supervisores y ocasionalmente matones.

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Son estos hombres los que dan señales de alerta. Si llegara a ser cierto que el cartel ha enviado asesinos al país, esto sería un indicio de que el mercado asiático está empezando a cobrar importancia para la organización.

Esta no es la primera vez que este tipo de conexiones han sido destacadas, con el zar fiipino antidrogas Arturo Cacdac reportando el año pasado que las autoridades estaban investigando las conexiones entre los carteles mexicanos y las pandillas chinas que fabrican metanfetamina.

El Cartel de Sinaloa es el más poderoso de los carteles mexicanos, y su alcance se expande a través del mundo. Ya ha establecido conexiones de tráfico en Australia y se cree que está operando en Asia.

El mercado es una posibilidad atractiva para los mexicanos. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (pdf), Asia es uno de los mercados de cocaína con más rápido crecimiento, mientras que Filipinas y otros países de la región ya tienen algunos de los índices de consumo de anfetamina más altos del mundo.