El más reciente informe de la OEA (pdf) sobre consumo de drogas pone de relieve un cambio en las tendencias de consumo de drogas entre los jóvenes del hemisferio occidental, que deberían ser tomadas en cuenta por los líderes regionales.
Una de las tendencias más importantes es el cambio en el consumo de cocaína entre los estudiantes de secundaria en Suramérica, especialmente si se compara con Estados Unidos —el país con el mayor índice de consumo en la región—. Si bien el consumo de cocaína entre estudiantes de secundaria en Estados Unidos ha venido disminuyendo constantemente desde que alcanzó su punto máximo en 1998, el consumo en Suramérica ha aumentado, particularmente en Argentina y Uruguay, y en menor medida en países como Brasil y Chile, según señala la Organización de Estados Americanos (OEA).
Chile es el país suramericano donde la mayor cantidad de estudiantes reportó haber consumido cocaína en el año anterior a la realización del estudio, seguido por Argentina y Colombia.
Por su parte, Argentina registró el mayor porcentaje de estudiantes de secundaria que afirmaron que es fácil conseguir cocaína, y Uruguay, el único país en el mundo con un mercado legal de marihuana, tuvo la mayor cantidad de estudiantes que afirmaron que es fácil acceder a la marihuana.
Uruguay también presentó el menor porcentaje de estudiantes de secundaria que consideran que el consumo ocasional de marihuana representa un peligro, según el informe de la OEA. En comparación con otros países del hemisferio occidental como Colombia, Chile y Argentina, una mayor cantidad de estudiantes en Estados Unidos ve el consumo de cocaína como algo riesgoso.
En cuanto a otras drogas, el informe de la OEA muestra que aunque el consumo de heroína ha estado tradicionalmente limitado a Norteamérica, algunos países de Suramérica y el Caribe también informaron aumentos en su consumo y en la demanda de tratamientos. El problema “es incipiente” pero debe ser “monitoreado constantemente”, agrega el informe de la OEA. Aparte de este análisis general, el informe no incluye datos específicos sobre el aumento de la prevalencia del consumo de heroína por fuera de Norteamérica.
En cuanto al consumo de drogas sintéticas en el hemisferio occidental, el informe señala que Estados Unidos tiene uno de los mercados más “grandes y diversificados” de dichas sustancias en el mundo, específicamente en el caso de la marihuana sintética. Si bien los datos disponibles dan cuenta del consumo de drogas sintéticas en Suramérica —incluyendo la venta de drogas como si fueran LSD o éxtasis cuando en realidad no son más que una mezcla de otros compuestos químicos—, el mercado en países como Colombia, Argentina y México no parece estar tan diversificado como en Estados Unidos.
Análisis de InSight Crime
El aumento del consumo de cocaína entre los estudiantes de secundaria en Suramérica puede estar reflejando una tendencia más amplia: que los grupos de narcotráfico internacional se están enfocando en abastecer el mercado local —en especial Argentina y Brasil— más que en enviar drogas a Estados Unidos. Esta dinámica ha permitido el surgimiento de acaudaladas y poderosas redes criminales que trafican cocaína desde Perú y Bolivia hacia el Cono Sur, en vez de Estados Unidos.
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El informe de la OEA también acierta en señalar que el problema del consumo de heroína en Suramérica y el Caribe merece mayor monitoreo, aunque desafortunadamente no incluye más datos sobre esta problemática. El ingreso de enormes cantidades de cocaína mexicana de bajo costo a Estados Unidos ha generado grandes problemas de salud pública en estados como Nuevo México, y es posible que un escenario similar en Suramérica tenga consecuencias importantes tanto en términos de salud pública como de crimen organizado.