Según la Procuraduría General de México, las autoridades están enfrentando a los ladrones de petróleo, doblando el número de detenciones que se realizaron el año pasado; una señal de que México quiere acabar un negocio ilícito que se cree que generan más de mil millones de dólares al año en ingresos para el crimen organizado.
Excelsior informó que las autoridades realizaron 1.415 arrestos por robo de petróleo durante los primeros nueve meses de 2014, un aumento del 57 por ciento del número total de arrestos realizados el año anterior.
Además, el número de arrestos realizados hasta la fecha en 2014 representa aproximadamente un tercio de todos los arrestos que se realizaron por robo de petróleo en los últimos nueve años. La mitad de estas detenciones están concentradas en seis estados: Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas, Veracruz, Sinaloa y Nuevo León.
Los arrestados fueron acusados de robar petróleo de la compañía petrolera estatal de México, Pemex. A principios de este año, la compañía dijo que había perdido un estimado de mil millones de dólares a causa del robo de petróleo sólo en 2014. La Procuraduría General ha registrado cerca de 9.000 casos de tomas clandestinas en oleoductos de Pemex desde 2006, según Excelsior.
Análisis de InSight Crime
El hurto de petróleo ha sido durante mucho tiempo un problema importante en México. Los grupos criminales como los Zetas y el Cartel del Golfo no se limitan a sustraer petróleo de los oleoductos de Pemex, también se han presentado informes de que roban camiones con petróleo y dirigen redes de estaciones de gasolina que venden su combustible robado.
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México implementó una emblemática reforma energética con el fin de abrir la industria petrolera del país a principios de 2014. Y con la posibilidad de que más empresas petroleras privadas operen en México en el horizonte, esto significa que el gobierno se encuentra bajo una creciente presión para asegurar a los inversores que el país es un lugar seguro para hacer negocios. Esta podría ser una razón por la cual el número de detenciones por robo de petróleo ha aumentado de manera significativa en 2014 en comparación con el año anterior.
A medida que México sigue moviéndose contra el robo de petróleo, el país haría bien en examinar qué tipo de corrupción interna en Pemex podría estar facilitando el crimen. Si las autoridades no hacen más que capturar a operarios de bajo nivel en lugar de centrarse en realmente desglosar estas sofisticadas redes de robo de petróleo, una mayor cantidad de arrestos podría no estar resultando en asegurar la industria petrolera de México de la amenaza del crimen organizado. Adicionalmente, como fue puesto de relieve por una demanda que Pemex presentó en Texas en 2011, las compañías estadounidenses también han participado en la compra y procesamiento de petróleo de Pemex robado por bandas criminales.