Hombres armados que se desplazaban en un vehículo intentaron asesinar a un miembro de la comisión civil para la depuración de la policía de Honduras, dándole muerte a uno de sus guardaespaldas y conmocionando a varios miembros de la comisión.
El ataque ocurrió en horas de la tarde del 15 de diciembre, cuando los guardaespaldas estaban dejando en su casa al miembro de la comisión, el pastor evangélico Jorge Machado, y a su esposa, informó La Prensa.
Machado quedó ileso. Un guardaespaldas, identificado como el policía militar Geovany Rolando Calderón, murió en el ataque, mientras que otro guardaespaldas, que no ha sido identificado, resultó gravemente herido, señaló La Prensa.
El pastor regresaba de una reunión en la que 14 oficiales de policía habían sido expulsados de sus puestos, informó El Heraldo. Según el diario, 419 oficiales fueron expulsados de la policía el 15 de diciembre.
“No dudamos que este atentado es consecuencia del trabajo que hemos venido desarrollando”, dijo el pastor Alberto Solórzano, otro miembro de la comisión.
En un tweet, el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández unió su voz a la de los funcionarios que condenaron el ataque, al tiempo que reiteró su apoyo a la comisión.
“Es un trabajo difícil”, dijo. “Pero tenemos que hacerlo”.
3/ No retrocederemos un tan solo milímetro en la depuración policial, esto no se detiene. Es un trabajo difícil, pero tenemos que hacerlo
— Juan Orlando H. (@JuanOrlandoH) December 16, 2016
James Nealon, el embajador de Estados Unidos, también condenó el ataque en un mensaje de Twitter y ofreció recursos de dicho país para encontrar a los responsables.
“La embajada de Estados Unidos condena el atentado contra la vida del pastor Machado y ofrece nuestros recursos para capturar a los responsables”.
The US Embassy condemns the attempt on Pastor Machado’s life and offers all of our resources to capture those responsible.
— US Ambassador HN (@USAmbHonduras) December 16, 2016
Análisis de InSight Crime
En menos de un año, la comisión ha hecho lo que pocos pensaban que podría hacer: iniciar un proceso de depuración de la policía comenzando desde los cargos más altos. Los comisionados comenzaron con una evaluación inicial que condujo al retiro o la expulsión de cerca del 40 por ciento de los altos mandos de la policía, entre ellos seis de los nueve generales que estaban en la institución en ese momento.
Su estrategia de comenzar desde los altos rangos es lo que los ha convertido en objetivos —primero de amenazas, que llevaron a que algunos de ellos decidieran sacar a sus familias del país, y ahora del primer ataque directo—.
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Los miembros de la comisión viajan en caravanas con hasta una docena de guardaespaldas, y dicha estrategia demostró ser una valiosa defensa en esta ocasión. Pero esto ofrece poco consuelo a largo plazo para quienes conforman la comisión, de la que hacen parte otros tres comisionados y un consejo de asesores; el ministro de Seguridad, Julián Pacheco, es el representante del gobierno.
La comisión tiene un mandato por un año, el cual terminará en abril; y aunque puede continuar sus labores, y algunos de sus miembros pueden conservar su anillo de seguridad, independientemente del estado de la comisión, este ataque envía el mensaje de que la lucha por mejorar la policía del país puede estar apenas comenzando.