El gobierno de Perú está lanzado una ofensiva sostenida contra el comercio de drogas que financia el último bastión que queda de Sendero Luminoso, el VRAEM, tratando de erradicar los cultivos de drogas y destruir las pistas de aterrizaje ilegales.
La jefe del organismo antidrogas del gobierno, la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Carmen Masías, afirmó que el objetivo del gobierno era erradicar el 75 por ciento de los cultivos de coca en los Valles de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, mejor conocido como el VRAEM. Este no sólo es uno de los principales lugares de producción de drogas, sino también el hogar de la última facción poderosa de la guerrilla de Sendero Luminoso.
El objetivo forma parte de la meta del gobierno de erradicar 30.000 hectáreas de cultivos de coca en 2014, lo que si se alcanza, será un nuevo récord.
Otro aspecto de la estrategia es la destrucción de pistas de aterrizaje ilegales en el VRAEM. Una gran parte de la base de coca y cocaína sale del VRAEM en avioneta. Fuentes de inteligencia han identificado 72 pistas de aterrizaje ilegales, no todas en el VRAEM, que se utilizan para mover hasta 20 toneladas de droga al mes.
Análisis de InSight Crime
Aunque Sendero Luminoso obtiene un poco de dinero de la tala ilegal y la extorsión, su principal fuente de ingresos, de lejos, es de la base de coca y la cocaína que sale del VRAEM. Los guerrilleros fijan el precio de la base de coca, regulan las compras, y protegen los envíos que salen de su territorio, así como ayudan a asegurar las pistas de aterrizaje ilegales. Incluso si las pistas de aterrizaje son destruidas por los militares, se construyen unas nuevas en la selva, a veces bajo la supervisión de los guerrilleros.
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Aunque los guerrilleros en el VRAEM sufrieron un duro golpe el año pasado con la muerte de su jefe militar, Orlando Borda Casablanca, alias “Alipio”, y otro alto líder, Marco Quispe Palomino, alias “Gabriel”, Sendero Luminoso sigue dominando la región.
Las fuerzas de seguridad peruanas están esperando repetir su éxito de 2012, cuando capturaron al jefe de la facción de Sendero Luminoso en el Valle del Alto Huallaga, otra zona de cultivo de coca. Una operación de dos años en contra de los guerrilleros allí condujo a la detención en febrero de 2012 de Florindo Eleuterio Flores, alias “Artemio”. Sendero Luminoso en el Huallaga es ahora una fuerza agotada, incapaz de ejercer el mismo control que antes, y los esfuerzos de erradicación han podido desarrollarse en gran medida sin obstáculos. El nuevo blanco de las fuerzas de seguridad es el jefe guerrillero en el VRAEM, Víctor Quispe Palomino, alias “Camarada José”.
Como están las cosas, sin embargo, es casi seguro que Sendero Luminoso tratará de bloquear los esfuerzos de erradicación en el VRAEM, y el objetivo de destruir el 75 por ciento de la coca en las áreas en las que operan es muy ambicioso.