El alzamiento de soldados en sedes militares en Venezuela contra el Gobierno de Nicolás Maduro también revela fuertes cuestionamientos desde el interior de la FANB a la corrupción y a los vínculos de los altos mandos castrenses con el crimen organizado.

La sublevación de los uniformados se conoció a través de videos difundidos por redes sociales durante la madrugada de este lunes 21 de enero. Se trató de un grupo de más de 20 soldados del comando de la zona 43 de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

En las grabaciones difundidas por los rebeldes, pertenecientes a la tropa militar se escuchan las críticas a la corrupción en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB). “Aquí uno no consigue una medicina (…) uno habla con los comandantes para que nos ayuden y lo que hacen es darnos la espalda (…) simplemente, los oficiales se llenan, se llenan, se llenan y se llenan; y listo. Son ellos nada más. ¿Y nosotros? ¿la tropa? Entonces, le vamos a dar un mensaje a toda Venezuela: que nosotros estamos padeciendo lo mismo que está padeciendo todo el pueblo de Venezuela”.

Aproximadamente a las 8:00 am, cuatro horas después del alzamiento, el Ministerio de la Defensa emitió un comunicado, en el que informó que el levantamiento se produjo en tres cuarteles, ubicados en Caracas, de donde sustrajeron armas y municiones. Las autoridades aseguraron que 27 militares insurrectos fueron sometidos, detenidos y puestos a la orden de los organismos judiciales castrenses, así como que el armamento fue recuperado.

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Estos hechos fueron seguidos de una ola de protestas en distintos estados de Venezuela que han sido reprimidas por las autoridades y los colectivos armados. Además se producen en medio del debate sobre la supuesta usurpación de la presidencia de la República por parte de Nicolás Maduro y en el marco de la convocatoria a una gran marcha nacional el 23 de enero.

Análisis de InSight Crime

La participación de militares venezolanos en actividades de crimen organizado y corrupción ha sido denunciada en repetidas ocasiones, y va desde la relación con la minería ilegal, pasando por el contrabando de combustible, la corrupción y el tráfico de drogas, bajo la figura del “Cartel de los Soles”.

Esta vinculación con economías criminales habría sido una de las principales razones que impulsaron a un grupo de soldados a tomar las armas para rechazar al gobierno de Maduro, que ha llevado a Venezuela a una de las peores crisis sociales y económicas jamás experimentadas por algún país de la región.

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En los videos se escucha a uno de los insurrectos cuestionando que los negocios ilegales en el seno de la FANB solo habrían beneficiado a la cúpula de la institución castrense, que hasta el presente ha manifestado un incondicional apoyo a Maduro.

El rechazo de ciertos elementos de las fuerzas armadas al liderazgo de Maduro llega en un mal momento para el jefe de Estado, quien sin duda se enfrenta al reto más difícil de su gobierno. El ejército ha sido un apoyo fundamental para el presidente, y ha estado involucrado en las economías criminales mediante el “Cartel de los Soles”.

El carismático Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se declaró “presidente interino” de Venezuela. La comunidad internacional le expresó rápidamente su apoyo; de hecho, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció formalmente su decisión, así como los mandatarios de Canadá, Brasil y la mayor parte de los países Latinoamericanos.

Al mismo tiempo, miles de venezolanos se han lanzado a las calles, exigiendo la dimisión de Maduro. Hasta ahora han muerto de manera violenta al menos 17 personas. En una actitud desafiante, Maduro cortó relaciones con Estados Unidos, ordenándoles a sus diplomáticos que abandonen el país dentro de las siguientes 72 horas.

Por otra parte, hasta marzo de 2018, 16 militares activos de alto rango figuraban en las listas de sancionados por Estados Unidos y otros países, encabezados por el ministro de la Defensa, Vladimir Padrino López, y el ministro de Relaciones Interiores, Néstor Reverol, señalado por narcotráfico.

En momentos en que se plantea una posible transición para un eventual cambio de gobierno en Venezuela, quizás uno de los mayores escollos para recuperar la democracia sea la vinculación de la élite militar de ese país -que soporta al régimen de Maduro- con el narcotráfico y el crimen organizado.