Una de las mayores favelas de Brasil ha estado sitiada durante más de una semana, dado que dos grupos criminales rivales se han estado enfrentando por el control territorial, lo que ilustra la cambiante dinámica criminal en la ciudad y lleva a preguntarse si las fuerzas de seguridad podrán restaurar el orden.

El 17 de septiembre se presentó un tiroteo en la favela Rocinha de Río de Janeiro —la más grande de la ciudad— debido, según medios de comunicación locales, a enfrentamientos entre grupos criminales rivales por el control del tráfico de drogas en la zona. Las acciones violentas han continuado por varios días.

Según los informes, decenas de supuestos pandilleros llegaron a Rocinha por órdenes de Antonio Francisco Bonfim Lopes, alias “Nem”, quien antes de que fuera arrestado en el año 2011 lideraba la pandilla Amigos dos Amigos en Rocinha. Al parecer, Nem ha mantenido el control sobre las operaciones de narcotráfico en Rocinha desde la prisión federal en la que ha estado recluido desde el momento de su arresto.

Se cree que los recientes actos violentos están relacionados con una querella entre Nem y su ex guardaespaldas Rogério Avelino da Silva, alias “Rogério 157”. Al parecer, éste ha desertado de Amigos dos Amigos, la pandilla de Nem, y se ha unido al Comando Vermelho, aparentemente para ejercer un mayor control sobre el tráfico de drogas a nivel local.

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Los recientes enfrentamientos —que según O Globo han incluido granadas, largos tiroteos y el incendio de un autobús— han impactado seriamente la vida normal de los habitantes de Rocinha. Las confrontaciones han causado el cierre de las principales carreteras, impidiendo que miles de estudiantes asistan a sus escuelas y obligando el cierre de negocios y centros de salud.

El ministro de Defensa de Brasil, Raúl Jungmann, anunció el 22 de septiembre que se desplegarían 950 soldados en Rocinha hasta que “se estabilice la situación y se garantice la seguridad de la población”.

Análisis de InSight Crime

La magnitud de esta guerra territorial en Rocinha y las fuertes muestras de violencia permiten suponer que el hampa de la ciudad está pasando por un momento de agitación. Y no es claro si las fuerzas de seguridad podrán reducir y eventualmente acabar con el conflicto.

Desmond Arias, profesor asociado de George Mason University, le dijo a InSight Crime que lo que subyace a esta situación son “las relaciones entre los narcotraficantes”, quienes, según él, “tienden a llevar sus peleas hasta sus últimas consecuencias”.

“Este es un típico enfrentamiento entre gánsteres de Río”, le dijo Arias a InSight Crime. “¿Por qué querría [Rogério 157] pagarle a Nem por el control de Rocinha si él se encuentra libre? Ellos están arriesgando sus vidas, y en cierta medida, hay quienes piensan que vale la pena correr el riesgo de desobedecer”.

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Felipe Medeiros, analista de la firma consultora S-RM, le dijo a InSight Crime que los grupos criminales de Rocinha tienen “muchísimo en juego”.

“Esta es quizá la favela más rentable de Río de Janeiro en cuanto a ingresos por ventas de drogas”, dijo.

Según Arias, es probable que el conflicto continúe hasta que alguien o alguna facción se imponga, “consolide el poder y logre que la situación se calme”.

Por otro lado, es poco probable que el reciente despliegue de casi mil soldados permita lograr este objetivo. Las fuertemente militarizadas estrategias de seguridad de Río de Janeiro han demostrado repetidamente ser ineficaces, y los recientes esfuerzos por mejorar la seguridad no han contado con los suficientes recursos, debido en parte a la crisis financiera de la ciudad.

Júlio Altieri Monteiro, de la firma de consultoría de seguridad Amarante, advirtió que, debido a la “difícil situación” de las fuerzas de seguridad pública de Río, entre otros factores, es posible que Rocinha “no vuelva a la estabilidad que había experimentado en los últimos cinco años”.