Mientras un excomandante guerrillero reaparece invitando a sus hombres a continuar una lucha casi perdida, otra facción insurgente rival expande su presencia, inclusive mientras se prepara para iniciar diálogos de paz con el gobierno colombiano.

El ministro de Relaciones Exteriores de Colombia, Álvaro Leyva, confirmó que Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, comandante de la Segunda Marquetalia, una de las facciones que componen la red de estructuras conocidas como las ex-FARC mafia, está vivo y fuera de peligro. Leyva habló con varios medios sobre el estado de salud de Márquez, luego de que, el 7 de julio, Caracol Radio revelara un audio en el que se escucha la voz del cabecilla disidente que se presumía estaba muerto.

Estos informes surgen un año después de que Márquez resultara herido tras recibir un ataque explosivo en junio de 2022, presuntamente llevado a cabo por las fuerzas de seguridad colombianas. Los medios de comunicación informaron inicialmente que había muerto en el ataque, pero luego dijeron que solo había recibido graves heridas y se encontraba recuperándose en un hospital. Su presunta muerte en julio de este año se atribuyó a esas lesiones.

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Márquez es reconocido por ser uno de los principales negociadores del Acuerdo de Paz de 2016 entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno colombiano. Tras varios desencuentros con los sistemas judiciales de Colombia y Estados Unidos, en lo que él mismo catalogó como la “traición a los Acuerdos”, en agosto de 2019 se distanció totalmente de los acuerdos de paz y anunció la conformación de un nuevo grupo disidente, autodenominado como la Segunda Marquetalia. 

Tras permanecer varios meses oculto, y con la mayor parte de su ejército en Venezuela —país que durante mucho tiempo ha sido refugio de las guerrillas colombianas—, Márquez y su grupo contactaron al gobierno colombiano en octubre de 2022 para sumarse a la propuesta de paz del presidente Gustavo Petro, denominada “Paz Total”.

No obstante, la Segunda Marquetalia no es el único grupo disidente que ha buscado negociar con el gobierno. La otra facción es conocida como el Estado Mayor Central (EMC), liderado por Néstor Gregorio Vera, alias “Iván Mordisco”, de quien también surgieron falsos informes de que había muerto el año pasado. Dicho grupo fue el primer brote de disidencias tras la firma del acuerdo en 2016-

La Segunda Marquetalia y el EMC se han enfrentado en múltiples ocasiones, tanto en Colombia como en Venezuela. Cada uno ha buscado constituirse como el sucesor natural de las FARC y unir a diferentes grupos que se disputan la herencia de la que fue la insurgencia más grande de América Latina.

Análisis de InSight Crime

La segunda resurrección de Márquez revitaliza en principio a una Segunda Marquetalia que parecía debilitada y que aún cuenta con varias limitaciones. Por su parte, el EMC llega a la mesa de negociaciones con sus propias condiciones y más fortalecido.

La Segunda Marquetalia mantiene diálogos con el gobierno colombiano, y el regreso de Márquez podría atraer la atención hacia el grupo y fortalecer su posición en las conversaciones de paz. Sin embargo, la mayor parte de sus fuerzas están alojadas en Venezuela, y el grupo controla solo unos pocos territorios a través de alianzas en Colombia, los cuales han servido de focos del conflicto con el EMC.

La muerte de Márquez habría llevado a una reestructuración del poder en las áreas controladas por el grupo. Pero incluso aunque Márquez esté vivo —y con un estado de salud cuestionable— la supremacía del grupo sigue en duda. En los últimos dos años, el grupo ha perdido a tres de sus cuatro cabecillas: Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias “El Paisa”, Henry Castellanos Garzón, alias “Romaña”, y Seuxis Pausías Hernández Solarte, alias “Jesús Santrich”. Las contradictorias noticias sobre los mandos del grupo crean la imagen de una estructura desorganizada y débil. Es posible que, para la Segunda Marquetalia, una salida de paz negociada sea actualmente una necesidad.

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El EMC se encuentra en una posición más favorable. Dado que las conversaciones de paz comenzarán oficialmente en poco tiempo, el gobierno ha levantado algunas órdenes de arresto que pesan sobre los miembros del grupo.

Sin embargo, este continúa secuestrando civiles y atacando a las fuerzas de seguridad, manteniendo las disputas por el control de las economías criminales. Durante el último mes, el EMC ha estado particularmente activo en el departamento del Meta, que conecta los Llanos Orientales, la Amazonía y la región Andina, siendo un punto clave para las rutas del narcotráfico. La expansión territorial del grupo significa que tiene mayores ventajas negociadoras que la Segunda Marquetalia. 

“[El EMC] no está en el nivel militar que lograron las FARC, pero se están expandiendo”, afirma Juanita Vélez, cofundadora de la Fundación Conflict Responses (CORE), un centro de investigación colombiano sobre conflictos armados.