El futuro de la alianza de bandas más poderosa de Haití, el G9, está en peligro tras una serie de muertes de sus líderes haitianos.

“Black Alex Mana”, líder de la pandilla Belekou, afiliada al G9, fue asesinado a tiros por otro miembro de la banda el 21 de noviembre, según los medios de comunicación locales. Llevaba solo una semana al frente de la banda.

Mana era el sucesor de Isca Andrice, alias “Iska”, antiguo profesor y líder durante muchos años de la pandilla Belekou. Iska fue también cofundador de “G9 y Familia” (G9 an fanmi, G9), la coalición criminal más poderosa de Haití. Su muerte se produjo en circunstancias desconocidas el 12 de noviembre. El director de una organización benéfica local informó en X, antes Twitter, de que Iska había sido herido de bala dos días antes.

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El 15 de noviembre, la Policía Nacional de Haití lanzó una inusual misión de rescate en el Centro Hospitalario Fontaine, en la barriada de Cité Soleil de Puerto Príncipe, tras recibir informes de que una pandilla fuertemente armada había rodeado el hospital, dejando atrapados en su interior a recién nacidos y niños que recibían oxígeno.

El fundador del hospital, José Ulysse, dijo a la Associated Press que miembros de la banda Brooklyn, al mando de Gabriel Jean-Pierre, alias “Ti-Gabriel”, líder de la otra gran alianza criminal del país, el G-PEP, estaban quemando casas cercanas al hospital y habían tomado el control efectivo de los alrededores, tradicionalmente territorio del G9.

El ataque se produjo a pesar de la tregua firmada en julio por los principales líderes del G9, Iska y Jimmy Chérizier, alias “Barbecue”, y del G-PEP, Ti-Gabriel y Mathias Saintil. La tregua, negociada por la organización benéfica haitiana de lucha contra la pobreza, Manos Unidas, manifestaba la intención de las pandillas de “esforzarse por poner fin a la violencia” y “llevar la paz y la seguridad a la isla”, tras meses de extrema violencia entre ambos bandos.

En la semana transcurrida desde los ataques, la violencia en Cité Soleil ha dejado 166 muertos y más de 1.000 desplazados, según ReliefWeb, el servicio de información humanitaria de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanos de las Naciones Unidas.

Análisis de InSight Crime

Con la muerte de Iska y el asalto al Centro Hospitalario de Fontaine, el G-PEP parece querer aprovechar el vacío en el liderazgo del G9 y establecerse como la alianza criminal dominante.

Aunque no tan reconocido como Barbecue, Iska era un temido y poderoso líder de la pandilla. 

“La gente que vive en las zonas dominadas por el G9 lo describe como el verdadero líder militar de la coalición, mientras que Barbecue es la cara política”, explicó a InSight Crime Diego Da Rin, experto en Haití y consultor del International Crisis Group.

Iska también fue responsable del actual asedio de Brooklyn, el enclave de Cité Soleil gobernado por Ti-Gabriel. El sitio logró restringir el acceso del líder del G-PEP a las principales carreteras que conectan la capital con otras partes del país.

El asalto al Centro Hospitalario de Fontaine fue el primer ataque contra bastiones del G9 desde la muerte de Iska. La pérdida de Iska y de Black Alex Mana, junto con el asesinato de otro líder de la banda G9, “Tyson”, a finales de septiembre —al parecer víctima de una “ejecución disciplinaria” por parte de la alianza tras negarse a acatar la tregua, de acuerdo con el medio local HaitiLibre—, sugiere que la alianza G9 está pasando apuros.

Las zonas que rodean el hospital, incluido el antiguo territorio de Iska, Belekou, dan acceso a importantes infraestructuras, como la Terminal Varreux, la mayor terminal petrolera del país. La terminal ha sido escenario de anteriores enfrentamientos y proporciona al grupo que la controla una valiosa financiación procedente de la extorsión.

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Las bandas afiliadas al G-PEP también han llevado a cabo ofensivas en distintas zonas de Puerto Príncipe, como en Bel-Air, al norte de Puerto Príncipe, donde varias personas, entre ellas un agente de policía, fueron asesinadas. Johnson Alexandre, alias “Izo”, que controla Village de Dieu en el sur de la capital, ha empezado presuntamente a prestar ayuda al barrio de Brooklyn de Ti-Gabriel en su intento de liberarse del asedio del G9, dijo Da Rin.

Esto es “presumiblemente para crear nuevos frentes de lucha que impidan que las fuerzas de las bandas afiliadas al G9 se concentren en rechazar los ataques de Gabriel”, explicó Da Rin.