El arresto del hijo del presidente de Surinam, por cargos de tráfico de drogas y armas, complementa el pasado criminal de su padre y refuerza los vínculos entre el crimen y la política en esta antigua colonia holandesa.
Dino Bouterse, de 40 años de edad e hijo del presidente Desi Bouterse, fue capturado en el aeropuerto internacional de Ciudad de Panamá la semana pasada mientras viajaba con un pasaporte diplomático, informó la BBC.
Bouterse se declaró no culpable en una corte federal de Nueva York, a las acusaciones de conspirar para traficar cocaína a Estados Unidos a bordo de un vuelo comercial en julio pasado, y violó las leyes de armas de fuego al exhibir un arma ligera antitanque, informó Al Jazeera.
“Bouterse es un traficante de drogas importante”, dijo Derek Maltz, un agente especial a cargo de la DEA.
Políticos de la oposición en Surinam han pedido la renuncia del Presidente Bouterse –él mismo condenado en ausencia por un tribunal de Holanda en 2000 por cargos de narcotráfico–.
Análisis de InSight Crime
La lista combinada de acusaciones en contra del Presidente Bouterse y su hijo es amplia y ofrece un panorama de la profundidad en la que el crimen puede haber penetrado las estructuras de poder en Surinam. El presidente, quien gobernó como dictador entre 1980 y 1987 antes de ser elegido democráticamente en 2010, está acusado de haber cometido graves violaciones contra los Derechos Humanos durante su gobierno anterior, incluyendo el homicidio de 15 opositores políticos en 1982 –un delito por el que fue juzgado hasta que la Asamblea Nacional de Surinam aprobó una polémica ley de amnistía el año pasado–.
Aparte de la condena de Holanda, Bouterse también es buscado por cargos de tráfico de drogas en Francia, y según un cable de Estados Unidos filtrado en 2011, trabajó con el convicto narcotraficante guyanés Shaheed Khan para traficar cocaína por lo menos hasta 2006. El cable también afirma que Khan había trabajado con los guerrilleros colombianos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para intercambiar armas por cocaína. Dino por su parte, fue previamente condenado por tráfico de drogas y armas, así como por el robo de autos de lujo en 2005, pero fue liberado a los tres años, de una condena de ocho años, por buen comportamiento -y pasó a dirigir la Unidad de Lucha contra el Terrorismo de Surinam. Anteriormente se había enfrentado a acusaciones de tráfico de drogas en 1994 y tráfico de armas en 2002.
Aunque el presidente Bouterse ha hecho aparentes esfuerzos para reformar su gobierno, despidiendo al menos a nueve ministros del gobierno por corrupción desde que asumió el cargo, según la fuente de noticias de Surinam Kaiteur News, el hecho de que su hijo estuviera viajando con un pasaporte diplomático cuando fue detenido no es algo bien visto. En el peor de los casos sugiere complicidad del gobierno en sus presuntos crímenes y en el mejor de los casos es una gran vergüenza.
Mientras que Surinam no sufre de los problemas de seguridad de sus vecinos del Caribe, es un punto de tránsito para la cocaína que es transportada hacia Europa y África, y sufre de una débil fuerza pública y un sistema judicial ineficiente.