El gobierno de Perú volverá a implementar una estrategia de seguridad militarizada en la región cocalera del VRAEM, una medida que podría llevar a un aumento en los enfrentamientos entre las autoridades y el grupo guerrillero Sendero Luminoso.
El presidente del Consejo de Ministros, Fernando Zavala, anunció el 5 de octubre que el gobierno declararía un estado de emergencia de 60 días en varios distritos de la zona del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantario (VRAEM) a partir del 11 de octubre, informó El Comercio. Las autoridades dijeron que ello permitiría un nuevo despliegue de soldados en el área, con el objetivo de combatir lo que el ministro de Defensa, Mariano González, llamó “narcoterrorismo”.
La región del VRAEM había permanecido bajo estado de emergencia durante más de tres décadas hasta el año pasado, cuando se levantó la medida en ciertas zonas después de la captura de varios líderes de Sendero Luminoso.
Los funcionarios dijeron además que el ejército estaría ahora liderando la lucha contra el narcotráfico en la región, con un general designado como jefe del Comando Especial para el VRAEM y un vicealmirante al frente de las operaciones de inteligencia. Si bien las operaciones estarán bajo la autoridad militar, la policía también hará parte del proceso.
Carlos Tubino, vicepresidente de la Comisión de Defensa del Congreso, le dijo al medio de noticias Andina que, aunque el ejército tiene actualmente 64 bases militares en la región del VRAEM, no tiene la jurisdicción de arrestar narcotraficantes o decomisar drogas. El estado de emergencia dará las bases legales para una renovada participación militar en el área, después de la decisión de la administración anterior de desmilitarizar la lucha contra las drogas en el VRAEM.
Análisis de InSight Crime
La decisión de volver a militarizar la lucha contra el narcotráfico en el VRAEM podría llevar a las fuerzas de seguridad a enfrentamientos más frecuentes con Sendero Luminoso. El VRAEM es la principal zona cocalera de Perú, y es un bastión del grupo guerrillero, que en los últimos años ha participado cada vez más en el narcotráfico, pasando del simple cobro de impuestos por el producto transportado por su territorio a la directa participación en el comercio de cocaína. Los intentos por desestabilizar las actividades narcotraficantes de Sendero Luminoso con intensas operaciones militares podrían enfrentar una dura resistencia, lo cual ya ha ocurrido en Perú en los últimos años.
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La creciente participación del ejército en la lucha contra el narcotráfico en el VRAEM podría producir resultados a corto plazo. Por ejemplo, una campaña previa logró sacar a Sendero Luminoso de la región de Alto Huallaga, y los cultivos de coca en la zona se redujeron en casi un 65 por ciento en un año. Sin embargo, la militarización es raramente una estrategia viable a largo plazo para combatir el narcotráfico, como lo han demostrado las décadas de campañas militares en contra de Sendero Luminoso, que no han logrado acabar con el grupo guerrillero o evitar que se siga involucrando en el tráfico de drogas.