Una serie de arrestos a políticos vinculados con pandillas en el estado brasileño de São Paulo ilustra la evolución de la mayor red criminal del país.

Tras una serie de operativos llevados a cabo el 16 de abril, las autoridades brasileñas capturaron  a tres concejales –Ricardo Queixão, de Cubatão; Flávio Batista de Souza, de Vasconcelos; y Luiz Carlos Alves Dias, de Santa Isabel–, además de otras diez personas sospechosas de haber defraudado licitaciones de contratos municipales para favorecer al Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital, PCC), la pandilla más grande de Brasil.

Por ahora, otros dos sospechosos permanecen en libertad. Según informó el diario brasileño Folha de São Paulo, entre los detenidos había funcionarios de la oficina del gobernador del estado.

La operación, dirigida por el Grupo de Acción Especial para la Lucha contra el Crimen Organizado (Grupo de Atuação Especial de Combate ao Crime Organizado, GAECO), unidad especial del Ministerio Público de São Paulo (Ministério Público – MP-SP), tenía como objetivo capturar a los sospechosos y recopilar pruebas relacionadas con presuntos amaños de licitaciones a favor de empresas vinculadas al PCC.

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Las licitaciones estaban relacionadas con contratos de empresas de servicios de limpieza, inspección y puestos de control, según se lee en un comunicado del MP-SP. Los investigadores se basaron en interceptaciones telefónicas, que finalmente conectaron la red criminal con concejales y otros funcionarios públicos «que dirigían las licitaciones a través del control de las empresas», dijo el coronel del GAECO, Emerson Massera, en una conferencia de prensa.

Los licitadores, según los fiscales, eran empresas fachada o empresas reales controladas por las mismas personas. Según las autoridades, este esquema les permitió obtener ganancias de hasta 200 millones de reales (US$38 millones) en negocios con el gobierno en los últimos cinco años. 

En las redadas, las autoridades también incautaron armas, munición, teléfonos móviles, 3,5 millones de reales (US$660.000) en cheques y algunas cantidades menores de dinero en efectivo.

«Nuestro principal objetivo en este momento es asfixiar financieramente para debilitar la delincuencia», declaró Flavia Flores, del GAECO, en la rueda de prensa.

Análisis de InSight Crime

Las incursiones del PCC en el mundo de los contratos municipales sugieren que el grupo sigue su evolución natural. La pandilla –que comenzó hace más de 30 años tras un brutal motín en una prisión– ha ampliado constantemente su portafolio económico, pasando de cobrar «cuotas» a los presos y sus familias a obtener beneficios facilitando el tráfico internacional de drogas.

El PCC sigue teniendo su base de operaciones en las prisiones del país. Pero con su creciente poder económico, parecía sólo cuestión de tiempo para que el grupo empezara a trabajar con políticos y funcionarios locales, una pauta habitual de las pandillas criminales que operan en el continente americano.

Pero la incursión del PCC en los servicios municipales y los contratos estatales es contraria a la ideología central y la tradición del grupo. El PCC tiene una expresión: o crime fortace o crime  (el crimen fortalece el crimen). El dicho hace referencia, entre otras cosas, a cómo los grupos basados en las prisiones de Brasil han creado una especie de sociedad paralela en la que las clases enormemente desiguales del país rara vez se cruzan y hacen negocios.

Esta separación se mantuvo durante algún tiempo. Por un lado, estaban los políticos corruptos que operaban esquemas de alto nivel –tipificados por el escándalo Lava Jato– y, por otro, las organizaciones criminales de bajo nivel basadas en las prisiones, como el PCC y sus homólogos en Río de Janeiro, el infame Comando Rojo (Comando Vermelho, CV).

Pero con el aumento de la bonanza económica surgió la necesidad de lavar dinero, y con el lavado de dinero surgió la necesidad de lo que a los brasileños les gusta llamar «facciones» para interactuar con las élites.

«Las facciones necesitan esta estructura para ampliar sus operaciones y reforzar sus actividades ilícitas», declaró Flores, del GAECO, en la rueda de prensa.

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Pero mientras el CV sigue relegado a los eslabones más bajos de la criminalidad, el PCC ha subido un peldaño, según Benjamin Lessing, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Chicago y experto en las pandillas carcelarias de Brasil.

«El CV es demasiado salvaje, violento, porra louca [demasiado loco] para meterse en estas cosas», dijo en un intercambio de correos electrónicos. «Pero quizá el PCC esté teniendo mejor suerte. En parte por su estructura y modelo de negocio diferentes».

Lessing afirmó que el PCC tiene un enfoque más sofisticado, como su capacidad para crear empresas fachada. También afirmó que podría ser más fácil entrar en el mercado de la corrupción en São Paulo que en Río de Janeiro.

Bruno Paes Manso, que ha escrito extensivamente sobre el PCC, dijo a InSight Crime que el grupo invirtió primero en empresas locales de autobuses. El negocio continúa hasta el día de hoy, como quedó patente a mediados de abril, cuando el MP-SP presentó cargos por blanqueo de dinero contra los fundadores de dos empresas de autobuses que habían prestado servicio a 700.000 pasajeros al día, con un coste de millones de reales para el gobierno. Según el MP-SP, las empresas fueron creadas por el PCC, que las utilizaba para blanquear dinero procedente de sus robos a bancos y sus esquemas de tráfico de drogas, entre otros.

Sin embargo, Paes Manso afirmó que el grupo también ha creado empresas de servicios públicos relacionadas con vertederos, gestión de residuos e incluso tiene algunas que ofrecen servicios sanitarios y educativos.

«El PCC sigue el camino de la mafia», dijo, «y tiene una enorme capacidad para penetrar en las instituciones públicas».

Imagen principal: Policía realiza operativo y arresta a 13 sospechosos relacionados con el PCC en São Paulo. Crédito: Divulgação/MPSP

Steven Dudley is the co-founder and co-director of InSight Crime and a senior research fellow at American University’s Center for Latin American and Latino Studies in Washington, DC. In 2020, Dudley...