Una serie de incautaciones de droga a gran escala en laboratorios clandestinos de un estado fronterizo venezolano sugiere que el ELN y las ex-FARC mafia están incrementando el procesamiento de cocaína en una región que antes sólo se utilizaba como ruta de tráfico desde Colombia.

Las fuerzas armadas de Venezuela incautaron 8,6 toneladas de cocaína en dos laboratorios de procesamiento improvisados en Jesús María Semprún, municipio del estado occidental de Zulia, además de 650 kilogramos en otros dos lugares cercanos, anunció el ejército venezolano el 9 de febrero.

Una semana antes, las autoridades habían incautado 350 kilogramos de cocaína base y 600 kilogramos de urea, un precursor químico, en otro laboratorio clandestino en Zulia.

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En 2023, fuerzas de seguridad realizaron tres incautaciones de cocaína de varias toneladas en laboratorios de Jesús María Semprún, lo que representó casi tanta cocaína como la incautada en toda Venezuela en 2022. En la zona también habían cultivos de plantas de coca.

Las autoridades no indicaron quién está detrás de los laboratorios desmantelados recientemente. Sin embargo, Zulia se ubica en la frontera entre Colombia y Venezuela, justo al lado de la subregión colombiana del Catatumbo, rica en coca. Esta zona ha sido históricamente un corredor de narcotráfico para las mayores organizaciones narcotraficantes de Colombia, concretamente el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y la ex-FARC mafia, disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

El tamaño de los laboratorios, así como el hallazgo de uniformes pertenecientes a un frente disidente de las FARC, sugieren la probable participación de este grupo.

El ELN y las ex-FARC se han movido libremente por la frontera entre el Catatumbo y Zulia durante décadas. El estado se convirtió en una base de operaciones para ambos grupos en Venezuela. También sirvió como refugio de las fuerzas armadas colombianas gracias a una relación simbiótica que se desarrolló con el expresidente venezolano Hugo Chávez y, en el caso del ELN, se fortaleció con el actual presidente Nicolás Maduro, como detalló InSight Crime en una investigación.

Análisis de InSight Crime

El ELN y las ex-FARC mafia han expandido sus operaciones de producción de cocaína al Zulia mientras las fuerzas de seguridad de Colombia continúan atacando la producción de cocaína de su lado.

A principios de febrero, el ejército colombiano descubrió tres laboratorios de cocaína en el departamento de Norte de Santander, un centro de cultivo de coca en la frontera con Venezuela, e incautó 4,4 toneladas de cocaína. Según el gobierno, los laboratorios pertenecían al ELN y a las ex-FARC mafia.

Zulia es una base atractiva para el ELN, que sigue actuando con virtual impunidad gracias a su relación amistosa con el gobierno de Maduro. El estado se beneficia económicamente de las actividades criminales del ELN, y el historial de la guerrilla de obligar a los residentes a votar por el partido de Maduro significa que el gobierno estará interesado en mantenerlos de su lado de cara a las elecciones presidenciales de 2024.

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Sin embargo, la facción disidente presente en Zulia no ha gozado de los beneficios que alguna vez recibió del gobierno venezolano. En 2021, el régimen de Maduro decidió prestar apoyo militar a una facción rival en el estado sureño de Apure.

La estratégica posición del Zulia como corredor del narcotráfico para los cargamentos de cocaína que se trasladan desde Colombia a Centroamérica y el Caribe significa que ya existe una infraestructura de narcotráfico. El ELN controla gran parte del territorio, y la presencia de emisarios de grupos criminales mexicanos como el cártel de Sinaloa que buscan comprar cocaína hace que el estado esté bien posicionado para el procesamiento de cocaína.

Aunque las pruebas sugieren un aumento de la producción de cocaína en Zulia, no está tan claro si el cultivo de coca –la planta utilizada para fabricar cocaína– también se está expandiendo. La falta de un sistema de vigilancia exhaustivo en Venezuela significa que nadie sabe cuánta coca se cultiva realmente en el Zulia.

En 2021 se destruyeron 32 hectáreas de cultivos de coca, una cantidad minúscula. En comparación, el cultivo de coca en Colombia alcanzó las 230.000 hectáreas en 2022, un aumento del 13% con respecto al año anterior, según los últimos datos disponibles de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).   

Pero el cultivo de coca en la región colombiana del Catatumbo disminuyó ligeramente en 2022, según las cifras de la ONUDD. Es posible que los grupos armados colombianos estén empujando ahora el cultivo de coca hacia Venezuela.

«Ellos [los grupos armados] están desincentivando [los cultivos de coca] aquí en Colombia y los están incentivando en Venezuela», dijo a InSight Crime un experto local en narcotráfico bajo anonimato por razones de seguridad.

Imagen principal: Soldados incautaron 8,6 toneladas de cocaína en dos laboratorios clandestinos en Zulia, Venezuela. Crédito: CEOFANB.