Más de cincuenta mujeres y niñas han dado a conocer sus desgarradores relatos de violaciones y golpizas a manos de la mayor federación de pandillas de Haití.

En medio de un sangriento conflicto que ha causado la muerte de cientos de personas en Cité Soleil, una de las zonas más pobres de la capital, Puerto Príncipe, las principales alianzas criminales de Haití, el G9 y Familia (G9 y fanmi) y el G-PEP, han llevado a cabo actos de violencia sexual contra mujeres y niñas a gran escala, según un reciente informe de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos de Haití (Réseau National de Défense des Droits de l’Homme, RNDDH).

Los testimonios son estremecedores. De las mujeres que hablaron con RNDDH, veinte habían sido violadas en presencia de sus propios hijos. Y en casi todos los casos, las violaciones iban acompañadas de robos, palizas, humillaciones y violencia hacia otros miembros de la familia que se encontraban presentes.

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La violencia ha sido indiscriminada. La RNDDH habló con comerciantes agredidas mientras trabajaban, con madres que fueron agredidas dentro de sus casas, con esposas atacadas mientras estaban acompañadas por sus esposos, y con otras víctimas secuestradas y llevadas a lugares remotos de la ciudad para ser violadas. Algunas fueron asesinadas poco después.

“Durante estos sucesos sangrientos, los cuerpos de las mujeres y las niñas se suelen utilizar como armas de guerra, con el fin de llegar al grupo rival. Y precisamente, varias de las sobrevivientes entrevistadas durante esta investigación testificaron que fueron sometidas a interrogatorios antes de ser violadas”, se lee en el informe del RNDDH.

Análisis de InSight Crime

El uso de la violencia sexual es una faceta más de la casi total impunidad de las pandillas G-9 y G-PEP.

En organizaciones criminales que funcionan como estructuras de poder patriarcales, como es el caso del G-9 de Haití bajo el mando de Jimmy Cherizier, alias “Barbecue”, tanto los integrantes rasos como los cabecillas atacan a los residentes de los barrios controlados por pandillas rivales, sin que haya posibilidad de repercusiones legales.

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Dado que la alianza del G9 mantiene el control sobre Cité Soleil, sus miembros acusan a las mujeres de tener relaciones con el enemigo y las han violentado por esa razón. Al menos cinco mujeres que hablaron con la RNDDH afirmaron que fueron acusadas de ser las esposas o amantes del líder del G-PEP, Ti Gabriel. Otras fueron presuntamente obligadas a gritar consignas de apoyo al G9 durante su asalto.

El director de la RNDDH, Pierre Esperance, escribió que estas acusaciones del grupo eran infundadas. “No podemos decir que sean miembros de la pandilla de Gabriel. Se trata de personas que simplemente viven allí y no tienen otra opción; ni siquiera pueden salir”, explicó.

Entre 2006 y 2019, los tribunales de Haití condenaron, en promedio, a 49 personas al año por agresión sexual, pero la RNDDH advirtió que esta cifra está disminuyendo. “Desde 2019, los juicios por violencia sexual son cada vez más escasos. Es precisamente esta disminución la que […] anima a los pandilleros a participar en casos de violaciones colectivas y repetidas, sin temor a ser procesados y condenados”, señala el informe.