Miles de armas de origen europeo y turco incautadas en Brasil junto con extensas redes de corrupción muestran la extensión del mercado ilegal de armas en Paraguay.

A principios de diciembre de 2023, una operación conjunta entre las autoridades de Paraguay, Brasil y EE. UU., conocida como “Operación Dakovo”, reveló un gran esquema de tráfico de armas hacia Brasil con participación de miembros de la Dirección de Material Bélico (Dimabel) de Paraguay.

La operación reveló que la empresa paraguaya International Auto Supply (IAS) importó al país más de 45.000 armas entre 2014 y 2023. De ellas, al menos 25.000 fueron vendidas a las facciones criminales brasileñas Primer Comando Capital (Primer Comando da Capital, PCC) y Comando Rojo (Comando Vermelho, CV) en Brasil, según informó la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad). Las armas procedían de Turquía, Eslovenia, Croacia y República Checa. 

“Queda totalmente demostrado que Paraguay es un centro logístico del tráfico internacional de armas” declaró el ministro de la Senad, Jalil Rachid, en una rueda de prensa. 

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El esquema criminal fue posible gracias a la presunta participación de militares paraguayos corruptos, como el exdirector de la Dimabel, José Antonio Orué, la exjefa de la División de Importación de la Dimabel, Josefina Cuevas, y el exdirector del Registro Nacional de Armas, Bienvenido Fretes, quienes fueron detenidos junto a otros implicados.

A finales de noviembre, una investigación conjunta del diario Última Hora y Telefuturo reveló que la Dimabel perdió el rastro de más de 17.300 armas importadas legalmente entre 2022 y 2023, lo cual supone casi el 40% del total de armas importadas en ese periodo, según los registros de la Dirección Nacional de Aduanas.

Desde 2020, la Policía Federal de Brasil confiscó más de 650 armas en 10 estados vinculadas a esta red, que se suman a incautaciones récord en las zonas fronterizas con Paraguay. Muchas de las armas incautadas en territorio brasileño son de fabricación turca y europea.

Ante la magnitud del problema, el presidente de Paraguay, Santiago Peña, anunció a finales de octubre la suspensión temporal de la importación de armas en el país, medida que se mantendrá por un tiempo indefinido.

Análisis de InSight Crime

A pesar de la suspensión de las importaciones de armas, la falta de controles y la corrupción obstaculizan la capacidad de Paraguay para atacar el tráfico de armas, que seguirá aprovechando el acceso a nuevos proveedores y el amplio mercado de armas en el país.

En Paraguay, 73 empresas importaron al menos 129.480 armas entre 2016 y 2023, según registros de Aduanas. El investigador Bruno Langeani, del Instituto Sou da Paz, señaló a InSight Crime que tanto las cantidades de armas importadas como la cantidad de negocios dedicados a su venta en lugares como Ciudad del Este, en la frontera con Brasil, exceden la capacidad del mercado legal interno para un país de 7,4 millones de habitantes, lo que evidencia la existencia de tal desviación. 

“El problema ha existido por décadas. A veces, contamos con una medida, ya sea a nivel nacional o internacional, que lo reduce un poco. En otras ocasiones, el aflojamiento del control da como resultado que el problema aumente nuevamente” explicó Langeani.

En 2018, el gobierno de Horacio Cartes suspendió la importación de armas. Pero, tras su levantamiento parcial en abril de 2021, las importaciones volvieron a alcanzar niveles tan elevados como los registrados en años anteriores.

Gráfico de numero de armas importadas 2016-2023

La aparición de armas importadas en Paraguay en manos de grupos criminales brasileños llevó a varios países exportadores a limitar sus operaciones con empresas paraguayas en varias ocasiones, mediante impuestos especiales, como Brasil en 2001, o la prohibición temporal de las exportaciones, como Estados Unidos en 2018.  En otras ocasiones, han sido las empresas las que han cesado sus operaciones para evitar ser asociadas con el crimen organizado, según explicó Langeani. La empresa croata HS Produkt dejó de comercializar con dicho país cuando sus lotes comenzaron a ser incautados en Brasil en 2020.

Sin embargo, pistolas y fusiles han seguido ingresando al país a través de diferentes proveedores, especialmente turcos. Según el investigador Langeani, el comercio irresponsable de armas persistirá siempre que exportadores, como Turquía, Israel o China, estén dispuestos a negociar armamentos sin considerar su destino final.

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En 2022, el gobierno anunció la adquisición de un sistema de trazabilidad de armas y varios cambios en la dirección de Dimabel. Sin embargo, el marcaje de las armas y los protocolos de registro y seguimiento no han impedido que armas registradas en determinadas casas comerciales hayan sido incautadas en Brasil o estén en paradero desconocido. La Operación Dakovo deja ver que la corrupción ha seguido siendo el principal facilitador del tráfico de armas a través de Paraguay. 

“El nivel de corrupción y las personas involucradas en la jerarquía, creo que es el más grande que hemos visto. No recuerdo nada tan profundo como en esta ocasión” sentenció Langeani.